Detrás de esta valla metálica se esconde un fragmento de la historia de la ciudad. En el solar que delimitan las calles del Salvador, Viciana y Sagrari del Salvador, en el corazón de Ciutat Vella, hay –ahora enterrados– restos arqueológicos de época medieval y romana que fueron descubiertos en 1996, tras derribar la manzana de casas que se levantaba sobre ese espacio.

Pero la valla oculta mucho más que eso. Alrededor de este agujero urbano se agolpan las memorias de vecinos y vecinas, cuyas vidas han transcurrido entre estas cuatro calles y las casas desaparecidas. Aquí vivían un buen puñado de familias que se marcharon como consecuencia del proceso de degradación del barrio o por las expropiaciones que acompañaron a la construcción del parlamento valenciano. Había, en uno de los bajos, una lechería. Y en un lado se montaba el cadalso de las verbenas de la extinta falla de El Salvador-Trinitaris.

Sin embargo, hace ya veinticinco años que el solar espera una respuesta. Durante este tiempo, el vecindario se ha organizado en asociación para reivindicar el espacio y su historia, proponiendo la construcción de una plaza que supondría el uso público del espacio y la visibilización de su patrimonio arqueológico. Hoy la reivindicación sigue en curso.

El proyecto Patrimonio en lucha: la calle del Salvador quiere aproximarse a este espacio a través de las miradas de los diferentes agentes implicados: la administración pública, los medios de comunicación y, sobre todo, el vecindario. La investigación pone sobre la mesa documentación oficial, escritos, artículos de prensa, fotografías antiguas y recientes, pancartas y testimonios orales, que ilustran la complejidad del proceso de patrimonialización del solar de El Salvador.

Como parte del proyecto, la noche del 28 de mayo se hizo, con la implicación de la Asociación Plaza del Salvador, una intervención poética sobre el espacio urbano: en los balcones de la calle Sagrari del Salvador se instalaron una línea de puntos de luz que pusieran, literalmente, el foco de atención sobre el solar y su problemática.

La propuesta culminó con la instalación en el Espai Jove VLC de una réplica de la valla metálica, sobre la que se proyectó el proceso de investigación y acción. Una forma de llevar simbólicamente un fragmento del solar –y de todo lo que implica a nivel de memoria y reivindicación– en el centro expositivo.

( Año ) 2021
( Colaboración ) Estelle Jullian (arquitecta)
( Entidad ) Regidoria de Joventut de l’Ajuntament de València. Programa de Residències Artístiques i Culturals 2020
( Fotos ) Pau Vedrí